El área de la ingeniería es considerada ya como una antigua profesión cuyas áreas de aplicación se han ido ampliando, por la relación que existe con la expansión de la tecnología, a partir de la Revolución Industrial, es importante hacer distinción entre tecnología e ingeniería.
Tecnología se define como el conjunto ordenado de información, instrumentos, conocimiento, técnicas específicas, medios lógicos y físicos, que posibilitan la producción de bienes y servicios. Este amplio y heterogéneo conjunto de elementos conforma un sistema cuyos valores potenciales deben cobrar actualidad y adquirir funcionalidad para alcanzar sus objetivos. Y es precisamente éste el lugar donde se desempeña la ingeniería. El ingeniero la persona que utiliza y aplica la tecnología para satisfacer necesidades sociales, pero también es considerado como el creador de la misma.
Combinando en forma ponderada ciencia y arte, fundamentado en los rigurosos modelos de las ciencias de la ingeniería y con toques de creatividad basada en la intuición y la experiencia, el ingeniero tiene diferencias esenciales con el científico. Según un célebre aforismo del profesor Teodoro von Karman, "el científico explora lo que existe y el ingeniero crea lo que nunca ha existido". Ello no impide que ambos, científicos e ingenieros, utilicen análogas metodologías matemáticas, experimentales e informáticas. Pero el ingeniero se enfrenta, en la búsqueda de soluciones, con severas restricciones técnicas, económicas, sociales y ambientales. Sus logros deben ser óptimos, es decir, no superlativos, sino los mejores dentro del limitado conjunto de soluciones factibles, compatibles con las restricciones.
Evolución histórica
Este breve bosquejo del perfil conceptual de la ingeniería es el resultado de una evolución histórica cuyas primeras etapas fueron más simples y limitadas. La primera aparición del ingeniero en la historia asumió el carácter de "maestro constructor", orientado hacia las necesidades militares en materia de fortificaciones, puentes, caminos y máquinas de sitio. Es decir, en un principio fue el ingeniero militar. Posteriormente hace su aparición el ingeniero civil, con finalidades no específicamente bélicas.
La tecnología disponible en esa etapa estuvo caracterizada por el empleo masivo de unos pocos materiales tales como la piedra, la madera, las arcillas y el hierro. Fue una tecnología estática, utilizaba un reducido número de principios constructivos empíricos y, no obstante, hubo notables realizaciones en materia de iglesias, castillos y edificios.
Con el advenimiento de la Revolución Industrial a fines del siglo xviii la evolución tecnológica encuentra su cauce en el aprovechamiento y control de la energía, empleada siempre en escala creciente desde entonces. De ahí el constante aumento de tamaño de las industrias de elaboración de metales, de fabricación de transportes ferroviarios y navales, de producción de motores térmicos y máquinas herramientas y, ya en el siglo xx, de las industrias de producción de máquinas eléctricas y de automotores. Es evidente que esta expansión y crecimiento de las tecnologías determinó el surgimiento de nuevas ramas de la ingeniería tales como la ingeniería eléctrica y la química y promovió el acelerado desarrollo de la ingeniería mecánica, en sus múltiples especializaciones, que reconoce notables realizaciones desde el siglo xviii y puntos de partida debidos al genio de Leonardo da Vinci.
Asimismo, el estudio y aplicación de métodos y procedimientos racionales de trabajo iniciados por F. Taylor, la intercambiabilidad de Eli Whitney y la cadena de montaje empleada por primera vez por H. Ford, culminaron, aproximadamente en la época de la Segunda Guerra Mundial, en las grandes industrias de producción masiva basadas en la disponibilidad de recursos energéticos abundantes. Finalmente con la energía atómica alcanza su cenit la tecnología de la energía.
Por otra parte, cuando la exaltación de la energía alcanza su apogeo surgen, en pocos años, un conjunto de disciplinas abstractas creadas y desarrolladas por una pléyade de brillantes científicos entre los que sobresalen A. Turing, N. Wiener, C. Shannon y J. Von Neumann. Centradas en el concepto de información, la aplicación de estas disciplinas permitió incorporar en plenitud a la tecnología funciones hasta entonces casi inexistentes o primitivas. De ahí en adelante fue posible realizar operaciones de cálculo, medición, comunicación y control con un nivel inédito de velocidad, precisión y confiabilidad. En el campo de las realizaciones prácticas aparecen, en la inmediata posguerra, las computadoras digitales, las microondas y los sistemas de control realimentados.
No se había asimilado aún el impacto provocado por esos avances cuando en el año 1959 se inventa el circuito integrado -chip-, dando comienzo al vertiginoso desarrollo de la microelectrónica, y, en el año 1960, se hace funcionar el primer rayo láser de rubí. A partir de esa época se entra de lleno en la era de la alta tecnología, cuyos símbolos más notorios son el microprocesador y la computadora personal PC, lanzados al mercado en los años 1971 y 1981, respectivamente.