Durante 1995, la producción por acuacultura participó con un 11.2% de la producción total nacional, y en 1996 participó con 11.1%. En 1996 el volumen de la producción acuícola fue de 169,200 t en peso vivo, 7.4% más con respecto al año anterior. (Estadísticas del Medio Ambiente, INEGI, 1997).
México cuenta con mas de 4 mil unidades de producción acuícola dedicadas a la acuacultura rural y comercial, con una superficie de 250,860 hectáreas abiertas al cultivo en la cual se emplean 6401 personas. De las especies cultivadas destacan por su incremento productivo de 1995 a 1996, especies como bagre (21.1%), ostión (23.9%) y carpa (14.1%), entre otras. (Estadísticas del Medio ambiente, INEGI,1997).
La producción acuícola global en México está representada por especies dulceacuícolas y marinas entre las que destacan la tilapia, carpa, trucha bagre, ostión y camarón con un total de 181,453 t para el año de 1989, y una baja productiva que alcanzó 169,211 t en 1996 y 159,780 t para el registro de producción más reciente de 1998. Cabe mencionar que el total máximo registrado de producción acuícola en México fue de 190,669 t en 1990 (SEPESCA, 1990, SEMARNAP, 1995b; 1996a; 1997a; 1998a).
En 1998 las especies más importantes que contribuyen al incremento de la producción en sistemas controlados son: el camarón con cerca de 24,000 t lo cual significa un incremento de cerca del 36.5 % por arriba de la producción registrada en 1997.
En aguas continentales destaca la producción de tilapia con un máximo registrado de 80,638 t en 1993 y de 70,505 t para 1998, producto de las pesquerías en aguas interiores y como una consecuencia directa de los programas de repoblamiento en los mismos (SEPESCA, 1994; SEMARNAP, 1999, Álvarez, 1999). Asimismo la producción de carpa se ha mantenido casi constante con un máximo registrado de 29,537 t en 1996.
En cuanto a la producción de especies marinas, el camarón ha mantenido un crecimiento constante alcanzando con una producción máxima de 15,867 t en 1995 y una ligera baja en 1996 con 13,315 t derivada de las enfermedades y problemas sanitarios en los cultivos. Asimismo, el ostión ha observado una baja en su producción de manera continua con 56,599 t en 1989, un dramático descenso en 1993 con apenas 25,847 t y una recuperación aparente en 1996 con 37,776 t y nuevamente una ligera baja en 1998 con un registro de 33,486 t.