Sería difícil tratar de determinar el tiempo real y el trabajo requerido para llevar a cabo una tarea de mantenimiento, particularmente cuando el equipo es grande y el trabajo de mantenimiento se realiza lejos de la base. Sin embargo, las políticas relacionadas deben basarse en hechos y poco será cualquier énfasis que se ponga en la necesidad de recopilar y analizar la información sobre mantenimiento. Además, es muy valioso informar al diseñador o al proveedor del equipo sobre los problemas y dificultades que se tienen en particular, ya que ello puede permitirnos reducir los tiempos de mantenimiento preventivo (que al fin y al cabo es lo que se desea y busca) en los nuevos equipos. El registro acumulativo de costos durante la vida de una pieza del equipo, y su uso para proyectar los costos totales de un nuevo equipo, se conoce como análisis de costo de ciclo de vida.
Ahora se comprenderá mejor por qué son necesarios los métodos de programación del mantenimiento, y cuáles son sus principios. Esto es, en la medida que se comprendan las causas y necesidades de llevar a cabo análisis del historial del equipo, será la medida en que se puedan desarrollar y aplicar eficientemente los diferentes métodos y técnicas de programación del mantenimiento.
En general, los programas se aplican en base a cinco sub-políticas diferentes:
- Con base en el tiempo: Por ejemplo, "Se asignará mantenimiento preventivo cada 6 meses".
- En relación directa con el trabajo: v.g. "Se aplicará un programa de mantenimiento preventivo al haberse producido X volumen de trabajo".
- De acuerdo con la oportunidad: Digamos "Se recurrirá a algún programa de mantenimiento cuando haya un espacio de tiempo que así lo permita".
- Basado en una condición: Algo así como "Cuando el parámetro X alcance un nivel Y, deberá aplicarse un programa de mantenimiento preventivo".
- Propiciado por una emergencia: En éste caso "Se aplicará un programa de mantenimiento correctivo cuando el equipo X cumpla con las condiciones de una falla funcional".
Y aunque se postulan por separado, ellas mismas se pueden traslapar o converger en algún punto, sin que ello signifique necesariamente que se trate de actuar de la forma resultante.
Algunos de los métodos más comunes y tradicionales son: PERT, CPM y GANTT, así como REDES y alguna que otra metodología análoga como el FMEA, FMECA, TPM (que se tratará más adelante, en la unidad IV) y software comercial como GMAO y MANTHER.