Un departamento de Mantenimiento que actúe con eficiencia hará, inevitablemente, que los tiempos de reparaciones y los períodos de mantenimiento sean cada vez más cortos, así como el intervalo de tiempo existente entre ellos.
Todo reside en el TPM, y ello quiere decir que el último paso de todos es minimizar el mantenimiento que se proporciona a los equipos y maquinaria existente en la planta.
El objetivo de reducir constantemente el tiempo de reparaciones y mantenimiento es, por lo tanto, el de crear un departamento de mantenimiento más eficiente, que logre optimizar no sólo los equipos y las maquinarias de producción, sino también los recursos técnicos en pro de la calidad del producto terminado, tanto así también los recursos financieros, materiales y humanos con los que cuenta para el cumplimiento de sus obligaciones y responsabilidades, de modo que se maximicen los resultados.
Siguiendo éste camino, indudablemente se está cumpliendo con la definición de Administración, que es "El esfuerzo coordinado de un grupo social, para obtener un fin con la mayor eficiencia y el menor esfuerzo posibles", aplicada al Mantenimiento Industrial.
Un mejor mantenimiento implica no sólo reducir los costes de reparaciones y los costes por improductividades debidos a tiempos ociosos, sino también elimina la necesidad de contar con inventarios de productos en proceso y terminados destinados a servir de "colchón" ante las averías producidas.
Al mejorar los servicios a los clientes y consumidores reduce la rotación de estos y reduce el coste de obtención de nuevos clientes, facilitando las ventas de bienes y servicios con carácter repetitivo. Por supuesto que un mejor mantenimiento alarga la vida útil del equipo, como así también permite un mejor precio de reventa.