Se define un inventario como la acumulación de materiales que posteriormente serán usados para satisfacer una demanda futura.
El inventario da servicio a varias funciones que agregan flexibilidad a las operaciones de la empresa. Las cuatro funciones del inventario son:
- Desarticular o separar varias partes del proceso de producción. Por ejemplo, si las existencias de una empresa fluctúan, quizá sea necesario un inventario adicional para desarticular los procesos de producción de los proveedores.
- Separar a la empresa de las fluctuaciones en la demanda y proporcionar un inventario de bienes que ofrezca variedad a los clientes. Este tipo de inventarios son típicos de las tiendas.
- Aprovechar los descuentos por cantidad, ya que las compras en grandes cantidades disminuyen el costo de los bienes y su entrega.
- Protegerse contra la inflación y el aumento de precios.
Fundamentalmente, en una empresa existen los siguientes tipos de inventarios:
- Materias primas: Compuesto por los elementos simples y elementales que requieren cierto grado de transformación antes de que se les pueda considerar como un producto.
- Productos semielaborados: Artículos manufacturados que se incorporan en un artículo mayor para constituir el producto final; también se conocen como componentes.
- Empaquetado: Artículos que se utilizan para empaquetar los productos terminados antes de su venta; también se incluyen los artículos que se destinan al empaquetado de producción, tanto como proceder a su venta como para preservar mejor los materiales durante el periodo que permanezcan en inventario.
- Consumibles: Son bienes que no se incorporan en el producto terminado, pero que, de una manera u otra, son necesarios para su elaboración.
- Productos terminados: Artículos completos, funcionando y listos para su venta.