El auto conocimiento es un concepto que nos puede parecer muy actual pero en realidad es tan antiguo como el mismo ser humano. En el frontis del templo de Delfos, escrita en la piedra, aparece la inscripción: Conócete a ti mismo.
¿Pero qué significa en realidad? Esencialmente es el camino que nos conduce a conocernos globalmente y en todos los aspectos de la vida.
Este conocimiento íntimo permite que podamos vivir mejor con nosotros mismos y con los demás, y que podamos alimentar nuestras propias capacidades y transformar los errores y fallas en triunfos. El autoconocimiento trae grandes frutos a quien lo logra. Entonces, ¿Por qué no se busca con mas ahincó por la mayor parte de la gente? No es fácil tener el coraje suficiente como para auto examinarse y ver los defectos y flaquezas y hacer lo que esté en nuestras manos para mitigarlos. Los que hemos de tener claro es que el esfuerzo vale la pena.
Uno de los pasos para irse conociendo es adquirir conocimiento de nuestros actos. Esto nos permite reflexionar y buscar las causas que provocan ese desconocimiento interior que nos impide acceder a la felicidad. Cultiva el autoconocimiento nos llega a adquirir más responsabilidad y a examinarlo que hemos vivido hasta hoy para obtener una imagen realista de nosotros mismos.
Mediante esta autoobservación vamos reconociendo nuestros valores y capacidades, nuestros intereses y posibilidades. Comenzar a conocerse a uno mismo es el primer y decisivo paso para ser creadores de nuestra vida. Es el gran desafío de los seres humanos a lo largo de todos los tiempos.
Gracias a la autoobservación somos capaces de distanciarnos de la subjetividad con la que solemos vernos. Así, damos un paso atrás para tener más perspectiva y ver el conjunto y no sólo el detalle. De esta manera, podemos adquirir una imagen más fidedigna de quien y como somos.
El autoconocimiento es en primer lugar la observación que hace uno de sí mismo, en segundo lugar el análisis de lo observado y en tercer lugar la acción sobre uno mismo [6].